El conejo de pascua

Cada Semana Santa vemos montones de imágenes de huevos, conejos, y gente buscándolos, pero...¿de dónde viene esa costumbre?¿Un conejo que pone huevos? Suena todo muy raro.

Véamos de dónde procede el conejo de pascua.

Originariamente, el conejo de pascua viene de los luteranos alemanes. Éste conejo era un juez que evaluaba si los niños habían sido buenos o no antes de Semana Santa. Si se habían comportado les dejaba una canasta con caramelos, algún juguete y huevos de colores.

Por lo poco que hemos podido leer ahora, tiene similitud con Papa Noél,¿verdad?

¿Por qué un conejo?

En épocas pasadas, en muchas regiones del mundo se consideraba que el conejo era símbolo de fertilidad, por sus numerosas camadas. Aunque también se dice que era el animal elegido de la diosa Ostara, la diosa de la Primavera, que coincide con esta fiesta.

¿Y los huevos?Durante la Semana Santa los huevos no podían comerse porque la Iglesia no lo permitía, así que la gente empezó a decorarlos para la ocasión y los regalaba a los niños.

Con el paso del tiempo éstos huevos fueron evolucionando hasta tener huevos de chocolate con juguetes u otro tipo de regalo dentro. Se volvieron tan populares que han permanecido hasta hoy en día.

Ahora unamos al símbolo de la fertilidad, de iniciar vidas nuevas con los niños y tenemos una nueva costumbre: Un conejo que en su tiempo libre y a escondidas, guarda y decora cada uno de los huevos que esconderá para que los niños los encuentren en su búsqueda cuando se inicia la Semana Santa.